La gorra láser se puede utilizar para detener el avance de la pérdida capilar, y para estimular el crecimiento de cabellos nuevos. La gorra láser es una opción de tratamiento viable para la alopecia androgénica (pérdida de cabello de patrón masculino o femenino), así como para el efluvio telógeno y el debilitamiento del cabello que suele aparecer en la menopausia.

Los resultados dependerán del estado en que se encuentre el cabello al empezar el uso. Los cambios comienzan a producirse a nivel celular en el tallo capilar y, tras 60 días de uso constante (siguiendo las indicaciones), la gorra láser detendrá el avance de la pérdida capilar excesiva, y estimulará un aumento gradual en el volumen, el grosor y el crecimiento del cabello.

Los pacientes que se hayan sometido a un trasplante capilar pueden beneficiarse del tratamiento con la gorra láser. La terapia capilar con láser se ha convertido en una increíble herramienta para acelerar el tiempo de curación de las heridas tras la operación, y también estimulan el crecimiento de cabello nuevo tras el trasplante. Además, la gorra láser permite mejorar los resultados de los trasplantes capilares antiguos, ya que básicamente funciona como un tratamiento antienvejecimiento para el cabello y el cuero cabelludo.