¿Recuerdas cuando eras adolescente y creías que eras invencible? Después, cuando creciste, te diste cuenta de que tu cuerpo no era indestructible, y que de hecho eras susceptible a las mismas cosas que los demás, incluyendo la caída del cabello. Por desgracia, algunos jóvenes se dan cuenta de eso mucho antes que la mayoría. Se han realizado estudios que demuestran el impacto psicológico que puede tener la caída del cabello en adultos y jóvenes. Ocasionalmente, algunos jóvenes hablan sobre lo que significó para ellos perder el cabello a una edad temprana.
En este artículo analizaremos las distintas causas de la caída del cabello en la adolescencia, y revisaremos algunos de los tratamientos que están disponibles. ¡Sigue leyendo!
Chequeo médico
Empecemos por lo más importante: si experimentas cualquier tipo de pérdida excesiva del cabello, debes consultar a tu médico cuanto antes, para que te haga un chequeo. La caída del cabello puede ser síntoma de un problema de salud subyacente, sobre todo si va acompañada de otros síntomas, como fatiga, aumento de peso o menstruaciones irregulares.
Hay afecciones que pueden contribuir a la caída del cabello, como el hipotiroidismo, el lupus y el síndrome de ovario poliquístico (SOP). Es posible que tu médico te sugiera realizarte algunos exámenes de sangre, para descartar cualquier enfermedad. Una vez hecho eso, podrás enfocarte en las otras causas posibles de la caída del cabello.
Causas comunes
La caída del cabello tiene causas que son comunes tanto en adultos como en adolescentes. La alopecia androgénica, también conocida como calvicie de patrón masculino o femenino, es una condición que afecta a ambos sexos y que suele ser causada por una combinación de factores genéticos y hormonales. La parte genética es bastante sencilla: si tus padres o abuelos sufrieron problemas de calvicie, es probable que tú también los sufras.
Pero el impacto de las hormonas es más complicado. La dihidrotestosterona (DHT) provoca la miniaturización de los folículos pilosos, lo que conduce al debilitamiento del cabello, y finalmente a su caída. Los cambios en los niveles de testosterona que se producen durante la pubertad también pueden influir. La testosterona es responsable del desarrollo de los caracteres masculinos, pero cuando una enzima llamada 5-alfa-reductasa la convierte en DHT, también puede contribuir a la caída del cabello.
El estrés
Aunque la calvicie por patrones puede empezar a aparecer desde la adolescencia, hay otros tipos de pérdida capilar que pueden afectar incluso a los niños. Jesy Nelson, la cantante de Little Mix, sufrió alopecia cuando tenía trece años. Nelson le achacó el problema al estrés que le generaron diversos episodios de acoso escolar. Asimismo, el presentador británico Matt Lucas perdió todo su cabello cuando tenía apenas seis años. En aquel momento, los médicos pensaron que su problema se debía a un traumatismo retardado, ya que había sido atropellado por un automóvil.
No cabe duda de que el estrés contribuye en gran medida a la caída del cabello en los niños. Y no es ningún secreto que los adolescentes experimentan mucho estrés, lo que puede estar relacionado con los estudios, las relaciones y otros problemas personales. Cuando estamos estresados, nuestro cuerpo libera hormonas como el cortisol, que pueden alterar el ciclo natural de crecimiento del cabello.
El estrés crónico puede provocar una afección llamada efluvio telógeno, que hace que el pelo se caiga en grandes cantidades. La buena noticia es que, una vez eliminado el factor estresante, el crecimiento del pelo suele volver a la normalidad.
Pero en el caso de Matt Lucas no fue así. Los médicos decidieron dejar el diagnóstico para más adelante, atribuyendo su calvicie a la alopecia areata, un trastorno autoinmune.
Tratamientos
Hay varios tratamientos disponibles para la alopecia androgénica, incluyendo medicamentos como la finasterida y el minoxidil. La finasterida es un medicamento oral que bloquea la producción de DHT, mientras que el minoxidil es un tratamiento tópico que estimula el crecimiento del pelo. Sin embargo, estos tratamientos pueden tener efectos secundarios, sobre todo en los adolescentes, por lo que sólo se debe iniciar un régimen de tratamiento después de haber consultado a un especialista.
El trasplante capilar puede ser una opción adecuada para algunos jóvenes con calvicie por patrones. A veces, las clínicas de renombre aconsejan retrasar el trasplante aproximadamente un año, hasta que se pueda evidenciar y controlar la trayectoria de la pérdida del cabello. De este modo se minimizan las posibilidades de que el cliente tenga que someterse a un segundo trasplante, poco después del primero.
Se han realizado algunos estudios con el fin de evaluar la eficacia de los tratamientos dirigidos a niños con alopecia areata. En 2022, investigadores de la Universidad de California elaboraron un estudio en el que analizaron las pruebas que respaldaban la eficacia de dichos tratamientos. Se llegó a la conclusión de que existían pruebas a favor del uso de corticosteroides tópicos como primera línea de acción contra la alopecia areata pediátrica, mientras que la inmunoterapia de contacto aparecía como el segundo tratamiento más eficaz.
Conclusión
La caída del cabello en los adolescentes puede deberse a diversos factores. La genética, los cambios hormonales, el estrés y las enfermedades autoinmunes están detrás de la mayoría de los casos. Los jóvenes que sufren caída del cabello deben consultar a un médico para tratar de identificar cualquier problema de salud subyacente, antes de hablar con un especialista capilar.
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