¿Qué les pasa a las estrellas masculinas del deporte con los trasplantes de pelo? El legendario jugador de rugby escocés Tim Visser fue el último en mostrar su nuevo look, y dijo que está encantado con el resultado. Visser le siguió los pasos a otro internacional escocés, Stuart Hogg, y a las estrellas galesas Xavier Rush y Ross Moriarty. Y no solo sucede con jugadores de rugby. Los futbolistas Wayne Rooney, David Silva y Cesc Fábregas, el ex campeón de boxeo George Groves y la estrella brasileña de la UFC “Shogun” Rua han hablado abiertamente sobre los trasplantes de pelo que se han hecho. ¿Hay algo en la vida deportiva que hace que los atletas sean más propensos a someterse a este tipo de intervenciones?
En este artículo examinamos algunas de las razones por las cuales los deportistas podrían tener más probabilidades de someterse a un trasplante capilar que el resto de los hombres. ¡Sigue leyendo!
Sin escapatoria
Lo primero que hay que tener en cuenta es que, hoy en día, las estrellas del deporte no tienen dónde esconderse cuando están en el terreno de juego, ya sea en el ring, en el estadio o en la pista. Décadas atrás, los grandes acontecimientos deportivos eran cubiertos por apenas una o dos cámaras. Hoy en día las cámaras están por todas partes, y vienen equipadas con lentes diseñados para captar el más mínimo movimiento muscular desde cualquier distancia, para luego retransmitir las imágenes a una pantalla gigante. Si tienes poco pelo o una calva evidente, no tendrás forma de disimularlo.
Esa exposición constante puede erosionar fácilmente la autoestima de cualquier atleta joven. Todos tenemos aspectos de nuestra apariencia que no nos gustan demasiado, pero pocos se ven obligados a mostrar esos defectos en la televisión internacional, de cerca y a todo color. Teniendo eso en cuenta, ¿es de extrañar que algunos deportistas decidan combatir sus problemas de calvicie?
Psicología
Ya dejando de lado el ángulo de las cámaras, ¿qué pasa con el ángulo psicológico? La psicología desempeña un papel fundamental en el deporte. Los atletas saben muy bien que lo que les pasa por la mente tiene un enorme impacto en su rendimiento, sobre todo cuando están en plena competición. Cualquier atisbo de duda o negatividad puede marcar la diferencia entre la victoria y la derrota.
Diversos estudios han demostrado que la caída del cabello provoca un descenso en la autoestima y la confianza personal en quienes la experimentan. Si el éxito o el fracaso en tu trabajo depende de márgenes tan escasos, ¿por qué dejar que la calvicie te carcoma la moral, cuando puedes hacer al respecto?
Mayor confianza
Los puntos anteriores nos han mostrado por qué los deportistas masculinos consideran la posibilidad de hacerse un trasplante capilar. Y los hombres comunes y corrientes también tienen sus propios motivos. Sin embargo, parece que es menos probable que hagan algo para solventar sus problemas de calvicie. ¿Por qué? Para muchos, la idea de hacerse cualquier tipo de cirugía estética transgrede las normas no escritas que definen la masculinidad. Los hombres “de verdad” no deberían preocuparse por su aspecto. No es lo que deberían hacer los hombres viriles de pelo en pecho, dicen algunos.
Ese tipo de pensamiento tan anticuado y equivocado impide que muchos hombres se sometan a tratamientos contra la caída del cabello. Parece que a muchos les preocupa que la gente piense que no son suficientemente masculinos. En cambio, las estrellas del deporte no tienen tantas dudas sobre su masculinidad. Demuestran su dureza en el campo de juego, y pueden lucir sus cicatrices como insignias de honor. Por lo tanto, no necesitan ajustarse a ningún estereotipo anticuado para demostrar su virilidad.
Resiliencia
Además de esa confianza en su masculinidad, los deportistas de élite tienen una mayor resistencia mental. Admitámoslo: nadie llega a los más altos niveles del deporte profesional a menos que tenga un carácter de acero. Esa fortaleza de carácter resulta indispensable para poder destacar en cualquier competencia deportiva, y es necesaria para poder hacerle frente a las decepciones y a los reveses que forman parte de ese mundo.
Esa resistencia es una ventaja a la hora de someterse a un trasplante capilar. Demasiados hombres se desaniman por el estigma que todavía rodea al tratamiento, y por el miedo a convertirse en el blanco de las burlas de amigos y colegas. Las personas que tienen resistencia mental están en mejores condiciones para ignorar las mentalidades de rebaño, y por eso pueden hacer lo que realmente desean.
Conclusión
Si la caída o el debilitamiento de tu cabello te tienen preocupado, actúa de una vez. La caída del cabello se puede tratar con más eficacia cuando se diagnostica en su fase temprana. Es posible que te estés preocupando sin motivos, porque es normal perder cierta cantidad de pelo diariamente. Pero para saber si tienes un problema serio o no, debes consultar a un buen especialista.
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