Desde hace tiempo, los científicos y los profesionales de la medicina saben que nuestros intestinos son muy importantes para el mantenimiento de nuestra salud. Las diferentes especies de bacterias que hacen vida en nuestros intestinos desempeñan un papel crucial en el procesamiento de los alimentos, en la lucha contra las toxinas y en la prevención de diversas enfermedades. Incluso, nuestra microbiota intestinal puede afectar nuestro estado de ánimo, al regular ciertas hormonas. No en vano, el intestino es conocido como el “segundo cerebro” del cuerpo.
En los últimos años ha crecido el interés de la comunidad científica por la relación que hay entre el estado de los intestinos y la caída del cabello. ¿Acaso las bacterias que viven en nuestro cuerpo influyen en que conservemos o perdamos nuestro cabello? Estudios recientes sugieren que es así. Sigue leyendo, que te lo vamos a explicar.
Microbiota intestinal
Podemos decir, sin temor a exagerar, que hay miles de especies de bacterias diferentes que viven en nuestro intestino. Muchas son buenas para nuestra salud, ya que cumplen funciones vitales dentro del organismo: nos ayudan a procesar los alimentos, dándole a nuestro cuerpo los micronutrientes que necesita. Ese es el caso de las vitaminas, el ácido fólico y la biotina, nutrientes que son fundamentales para los folículos pilosos. Sin embargo, otras especies de bacterias son perjudiciales, ya que pueden causar enfermedades. Pero siempre que nuestra microbiota intestinal esté equilibrada, esas bacterias dañinas se mantendrán bajo control.
Otra función importante que cumple la microbiota intestinal es la de controlar la producción de hormonas por parte de las glándulas, incluyendo hormonas como la melatonina y el estrógeno. La melatonina ayuda a regular nuestro ciclo de sueño, mientras que el estrógeno es una de las principales hormonas sexuales femeninas. El estrógeno también cumple un papel en el ciclo de crecimiento del cabello, alargando el tiempo que éste pasa en la fase anágena o de crecimiento. Si hay alguna alteración en su producción, el crecimiento del cabello se puede ver afectado. Así, por ejemplo, el descenso en los niveles de estrógeno se ha relacionado con la pérdida capilar que sufren las mujeres durante la menopausia.
Desequilibrios
Los problemas empiezan cuando la microbiota se desequilibra. Cuando esto sucede, las bacterias “malas” pueden desplazar a las buenas y generar trastornos. Nuestro cuerpo no podrá descomponer los alimentos adecuadamente, por lo que se producirá una deficiencia de micronutrientes. Además, es posible que los micronutrientes que sí se produzcan no puedan ser absorbidos correctamente.
Este patrón fue confirmado por investigadores de la Universidad Soonchunhyang de Corea del Sur, en un trabajo que fue publicado en 2019. El estudio demostró que existe un vínculo claro entre los cambios en la dieta y las alteraciones en las bacterias intestinales. Los investigadores llegaron a la conclusión de que un desequilibrio en la microbiota intestinal, causado por la dieta o por factores externos, puede causar alteraciones significativas en la barrera intestinal y en el sistema inmunitario, las cuales conducen a la inflamación intestinal.
Y esta inflamación no es un asunto trivial: puede alterar la permeabilidad de la barrera intestinal, interfiriendo así con el proceso digestivo, y dificultando la absorción de nutrientes. Como sabemos, nuestros folículos pilosos dependen del flujo constante de nutrientes, para poder producir cabellos sanos y fuertes. Si ese flujo se detiene, es bastante probable que el crecimiento del cabello se vea afectado.
El estudio coreano se basó en un trabajo realizado anteriormente en Japón. Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Keio, en Tokio, llevaron a cabo un estudio para determinar la relación que existe entre la alopecia y ciertas bacterias intestinales. Lograron demostrar que lo que ocurre con la microbiota intestinal tiene efectos importantes más allá del intestino; y descubrieron que la fisiología de la piel podía verse comprometida por las alteraciones en el intestino, provocadas por cambios en la dieta. Los folículos pilosos del cuero cabelludo forman parte de esa fisiología dérmica. Por lo tanto, a la hora de tratar la caída del cabello, es importante asegurar la salud de los intestinos.
¡Come bien!
Entonces, ¿cómo podemos mantener un microbioma saludable? Para responder esa pregunta, no necesitamos ningún equipo de investigadores. La respuesta es muy sencilla: hay que comer bien. Por regla general, las bacterias perjudiciales prosperan cuando consumimos una dieta basada en alimentos procesados, cantidades excesivas de carne roja, alcohol y azúcares refinados. Por lo tanto, es importante limitar el consumo de ese tipo de alimentos. Debemos consumir alimentos ricos en vitaminas, minerales y proteínas. Entre ellos se encuentran los frutos secos, el pescado, las verduras, las frutas, la carne magra y los huevos, que son buenos para las bacterias beneficiosas, y por lo tanto, también lo serán para nuestro cabello. Los alimentos o bebidas con muchos probióticos también son excelentes, ya que nos llenan el intestino con bacterias saludables.
Reflexiones finales
Para preservar nuestra salud, es fundamental que mantengamos una microbiota intestinal bien equilibrada. Si ese equilibrio se altera, todo nuestro cuerpo se va a resentir. Eso incluye a nuestro cabello, que puede verse gravemente afectado por las alteraciones en los nutrientes o las hormonas. Para mantener el equilibrio, hay que llevar una dieta sana y evitar el exceso de alimentos procesados o con alto contenido de azúcares.
Si te preocupa la caída del cabello, debes acudir a una revisión lo antes posible. Es probable que no sea nada grave, porque es normal perder unos cuantos cabellos diariamente. Sin embargo, si tienes algún problema, es crucial que lo trates cuanto antes. Vinci Hair Clinic les ofrece una consulta gratuita y sin compromiso a todos sus clientes nuevos. Ponte en contacto con nosotros hoy mismo, y reserva tu cita. ¡Estamos listos para atenderte!