Últimamente parece que tenemos “Días Nacionales” para todo. Una búsqueda rápida en Internet nos muestra que, tan solo en enero, hay un Día Nacional del Bloody Mary, un Día Nacional del Hojaldre y un Día Nacional del Abrazo. Pero curiosamente, no existe el Día Nacional del Trasplante de Pelo. ¿Por qué? Según un informe reciente, el mercado mundial de los trasplantes capilares ascendió a casi 5.000 millones de dólares en 2021, y se prevé que llegue a los 30.000 millones para 2031. Sin duda, una actividad económica de esta envergadura merece que le dediquemos un día de reflexión, celebración y promoción, y todo el resto de cosas que la gente hace en los Días Nacionales.
A continuación, revisaremos las razones por las que los trasplantes capilares no han logrado tener su Día Nacional. ¡Sigue leyendo!
Epidemia
La Asociación Estadounidense contra la Caída del Cabello (AHLA) calcula que el 85% de los hombres mayores de 50 años presentan un debilitamiento notable de su cabello, o lo han perdido totalmente. Aunque esas cifras son más bajas en el caso de las mujeres, siguen siendo significativas. Se estima que aproximadamente el 40% de las mujeres sufre pérdida de cabello de patrón femenino (PPF) para cuando llega a los cincuenta años.
Si alguna otra enfermedad afectara a ese mismo número de hombres y mujeres, muchos la calificarían de epidemia; y cualquier tratamiento eficaz sería bienvenido y promocionado. Sin embargo, a pesar de que cada año millones de personas se someten a trasplantes capilares en todo el mundo, el procedimiento apenas recibe promoción fuera del sector de la restauración capilar.
¿Por qué hay tanta reticencia a hablar sobre los trasplantes capilares?
Aunque las cosas están cambiando lentamente, la mayoría de las personas que se hacen trasplantes capilares son hombres. Las cifras recabadas por la Sociedad Internacional de Cirugía de Restauración Capilar (ISHRS) revelaron que en 2021 el 87% de las personas que se sometieron a trasplantes capilares fueron hombres. Probablemente, es ahí donde radica el problema. La investigación ha demostrado que las mujeres son más propensas a hablar de temas relacionados con la salud. Por lo tanto, si hubiera más mujeres que se sometieran a trasplantes capilares, lo más probable es que el tema no se ignorara tanto. En cambio, los hombres no son tan proclives a charlar sobre temas de salud. Y no nos equivoquemos: la caída del cabello también es un problema de salud mental.
La caída del cabello y la salud mental
Por miles de años, las cabelleras bien densas han sido sinónimo de fuerza, virilidad y masculinidad en los hombres, y de fertilidad y juventud en las mujeres. Por eso, cuando nuestro pelo se empieza a caer, podemos llevarnos un golpe emocional muy fuerte. Diversos estudios han demostrado que la calvicie puede tener un gran impacto en nuestra confianza y autoestima. A veces esto puede desembocar en un serio cuadro de depresión. ¿Por qué a los hombres les cuesta hablar de sus problemas de salud?
En parte se debe a los estereotipos de género anticuados. En la actualidad sigue persistiendo la idea de que los “hombres de verdad” deben ser fuertes y mantener el control. “Los niños no lloran”, dice el refrán. Se espera que los hombres sean duros y viriles, y hablar de las preocupaciones sobre la caída del cabello no encaja fácilmente con ese estereotipo. Cuando un hombre admite que su calvicie le molesta profundamente, hasta el punto de querer operarse para deshacerse de ella, es como si estuviera admitiendo una debilidad.
Y esa reticencia tiene consecuencias en la vida real. Las estadísticas sanitarias en general, y las de salud mental en particular, muestran que los hombres salen peor parados que las mujeres en casi todas las categorías. Solamente un tercio de los casos de terapias conversacionales remitidos por el Servicio Nacional de Salud son de hombres. Además, las tasas de suicidio entre los hombres triplican a las de las mujeres.
¿La calvicie puede ser bella?
Sin embargo, hay muchos estudios que sugieren que algunas mujeres encuentran atractivos a los hombres calvos. De hecho, los consideran más seguros de sí mismos y más masculinos que los hombres que tienen la cabeza llena de pelo. Entonces, ¿por qué la posible pérdida del cabello les infunde tanto temor a los hombres?
El problema, quizás, es que la imagen del “calvo guapo” que venden los medios de comunicación también lleva aparejada otras cosas. El “calvo guapo” suele ser una estrella de cine (Jason Statham, Vin Diesel, Dwayne Johnson) o un deportista (el boxeador Floyd Mayweather o el jugador de baloncesto Michael Jordan, por ejemplo). Esa calvicie va acompañada de un físico musculoso, que refleja el glamour de Hollywood, el éxito, el dinero y el poder. En cambio, cuando el ciudadano de a pie ve todo eso, no encuentra ninguna relación con su propia calvicie. En todo caso, solo sirve para minar su autoestima aún más.
Reflexiones finales
No todas las personas que sufren pérdida o debilitamiento del cabello necesitan hacerse un trasplante capilar. Existen otros tratamientos no quirúrgicos eficaces, que pueden ser más adecuados para un caso en concreto. Una consulta con un experto capilar te ayudará a decidir qué tratamiento se adapta mejor a tus necesidades.
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