Los tratamientos contra la caída del cabello no se limitan a los trasplantes capilares. Si crees que eso es una obviedad, probablemente estés un poco más informado sobre el tema de la restauración capilar que el común de la gente. Tal vez ya conozcas los trasplantes de barba y cejas, el microblading y el tratamiento de regeneración celular, pero la mayoría de la gente no los conoce. Lo mismo ocurre con la micropigmentación capilar: la gente se sorprende cuando oye hablar de ella. Pero también ocurre algo muy curioso: una vez que saben lo que es la MSP y los resultados que ofrece, les termina pareciendo más atractiva que algunos de los otros procedimientos que se utilizan para combatir la caída del cabello.
En este artículo analizaremos la MSP, y explicaremos por qué es el tratamiento contra la caída del cabello que atrae a más gente.
Definición de MSP
Empecemos explicando qué entendemos por MSP. Algunos han descrito a este tratamiento como un camuflaje artístico del cuero cabelludo. Es similar, al menos en principio, al microblading, el procedimiento por el que se introduce pigmento en la zona de las cejas, usando microagujas, para crear la impresión de pequeños pelos, mejorando así la densidad de las cejas, al menos de forma aparente. Estos procedimientos también se parecen en que ambos son indoloros: la MSP se aplica en el cuero cabelludo con la ayuda de un anestésico tópico. ¿Pero en qué se diferencian?
La diferencia más obvia tiene que ver con la zona a tratar, pero hay otras distinciones importantes. Para empezar, el pigmento se inserta con herramientas diferentes. Los técnicos de microblading lo hacen con una cuchilla manual. En cambio, la MSP se parece más al tatuaje. En parte, esto se debe a que la piel del cuero cabelludo es más gruesa que la de las cejas, por lo que el pigmento necesita un mecanismo de aplicación más potente. Sin embargo, las agujas de la MSP no llegan a ser tan grandes como las que se usan para hacer tatuajes, ya que la penetración en la piel no es tan profunda.
La MSP requiere dos o tres sesiones, y es un tratamiento semipermanente. El pigmento puede mantener su fuerza y su consistencia por hasta unos cinco años. Después de ese tiempo, el color empieza a aclararse, y es posible que se necesite un retoque.
Objetivos
El microblading y la MSP también tienen objetivos diferentes. Mientras que el primero está diseñado para crear el efecto de una vellosidad más poblada, el propósito de la MSP es utilizar innumerables puntos diminutos para crear el efecto de esos folículos pilosos naturales que se ven cuando la cabeza está bien afeitada. Esta técnica se conoce como “puntillismo”.
La MSP puede utilizarse en varios contextos de pérdida capilar. Aunque es más conocida por crear ese look de “cabeza rapada” que está tan de moda, su utilidad no termina ahí. La MSP también se puede usar en casos de escasez de cabello, para rellenar zonas del cuero cabelludo que, de otro modo, se verían débiles y escasas. Del mismo modo, puede beneficiar a quienes sufren una caída irregular del cabello asociada a la alopecia.
El denominador común en todos estos casos es que el pigmento que se usa para la MSP cubre las zonas expuestas del cuero cabelludo con sus diminutos puntos, similares a folículos pilosos, dando así la impresión de una cabellera más abundante. Es esta sutil capacidad de camuflaje lo que hace que la MSP sea tan popular, una vez que se comprenden sus usos. Su eficacia estriba en su discreción: nadie sabrá que te lo hiciste, a menos que tú lo digas.
Elige con cuidado
Eso de la MSP suena muy bien, ¿pero tiene algún inconveniente? Como todos los procedimientos médicos, este tratamiento conlleva algunos riesgos leves, como reacciones alérgicas al pigmento o infecciones. Es importante destacar que los riesgos son pequeños, y pueden eliminarse casi por completo si se elige con cuidado al proveedor del servicio. Esto significa que debes encontrar a un profesional que tenga la formación necesaria, y que cumpla con las normas establecidas por un organismo profesional.
Lo mínimo que debes esperar es que muestre sus credenciales o certificados de formación, que disponga de un entorno limpio y estéril con un lavabo, agujas nuevas de paquete, sin abrir (para que sepas que no se han utilizado en un cliente anterior), y el uso de equipos de barrera, como guantes. Si el profesional no dispone de esos utensilios, discúlpate con cortesía y retírate. Busca un profesional con una buena reputación. La MSP no solo es un procedimiento cosmético: es una forma de arte. Por lo tanto, lo mejor es que busques a alguien que tenga un toque extra de estilo.
Conclusión
El mayor peligro en el tratamiento de la MSP es caer en manos de un profesional sin la debida formación o experiencia. Para evitarlo, tendrás que investigar un poco. Las recomendaciones de boca en boca son buenas, sobre todo si puedes ver el trabajo de buena calidad con tus propios ojos.
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