Los que viven en Estados Unidos probablemente ya estén familiarizados con el “Día Nacional de la Calvicie”, que se celebra en septiembre. Pero incluso si no vives allí, es posible que haya visto algún reportaje sobre ese día en los medios de comunicación. Es una oportunidad para que las personas calvas levanten la mirada y se sientan orgullosas de su calvicie. Es un concepto interesante, ¿pero funciona en la práctica?
En este artículo vamos a ver cómo la calvicie afecta de forma diferente a hombres y mujeres. También vamos a explorar cómo ser calvo por elección puede ser una experiencia muy distinta a ser calvo por obligación. ¡Sigue leyendo!
La experiencia masculina
Se podría pensar que los hombres están encantados con la idea de llevar el pelo rapado. Después de todo, hay pruebas académicas que sugieren que podrían beneficiarse de ese look. Hace unos años, el investigador de la Universidad de Pensilvania Albert E. Mannes realizó un estudio con el título Shorn Scalps and Perceptions of Male Dominance. Descubrió que los hombres calvos eran percibidos como más dominantes y más atractivos por quienes los rodeaban.
¿Por qué? Después de todo, prácticamente todas las culturas han venerado el pelo largo y suelto como símbolo de juventud, fuerza y vitalidad, desde el principio de los tiempos. Tal vez una cabeza rapada sea vista como un acto de rebelión contra esa norma social. Por lo tanto, es probable que los hombres que llevan ese estilo sean vistos como más fuertes y seguros de sí mismos. Tal como observó el comediante calvo Larry David: “Cualquiera puede tener confianza en sí mismo con una cabeza llena de pelo. Pero un calvo seguro de sí mismo es un diamante en bruto”. Puede que esa sea una observación chistosa, pero como toda buena comedia, seguro tiene algo de cierto.
El valor del cabello
A pesar de ello, muchos hombres no quieren perder su cabello. Por ello, cada semana aumenta la lista de celebridades masculinas que han decidido someterse a un trasplante capilar, y que se sienten orgullosos de su nuevo aspecto. Entre ellos figuran futbolistas como Wayne Rooney, David Silva y Andros Townsend, y actores como John Travolta, Tom Hanks y James Nesbitt. Algunos de ellos han sido sinceros sobre lo mucho que les afectó la perspectiva de quedarse calvos. A Nesbitt, por ejemplo, le preocupaba que su calvicie perjudicara su carrera como actor.
La experiencia femenina
El cabello y la feminidad han estado fuertemente vinculados a lo largo de la historia, por lo que las mujeres que se rapan la cabeza están, de cierto modo, subvirtiendo ciertas percepciones de lo que significa ser femenina. Por lo tanto, cuando una mujer se queda calva, llama mucho más la atención que sus contrapartes masculinos. Algunas mujeres han aprovechado este hecho para hacer declaraciones audaces. La sensacional aparición de la cantante irlandesa Sinead O’Connor en los premios Grammy de 1989 es un ejemplo clásico de ello. Esa aparición fue la que la lanzó al estrellato a nivel internacional. Con la cabeza rapada, botas, pantalones vaqueros rotos y un sujetador, Sinead se veía joven, guapa y desafiante. Con su imagen, le gritaba al mundo que no iba a dejar que ninguna noción patriarcal definiera su belleza.
Otras mujeres han utilizado la calvicie para expresar algo diferente. En 2007, la decisión de Britney Spears de afeitarse la cabeza vino motivada por la tensión que estaba sintiendo en esa etapa de su vida. La “princesa del pop” no buscaba tanto hacer una declaración, sino elevar un grito de angustia.
De cara al público
A diferencia de Sinead y Britney, la actriz Jada Pinkett Smith no eligió quedarse sin pelo: lamentablemente, en 2018 le diagnosticaron alopecia. Desde entonces, y sobre todo después de lo ocurrido en la gala de los Oscars de 2022, se ha convertido en la cara visible de esa enfermedad autoinmune. Ahora se siente más cómoda con su calvicie, pero no siempre fue así. Durante un tiempo, trató de ocultarla usando un turbante. Pasaron tres años antes de que la afamada intérprete aceptara su condición, publicando fotos de su cabeza rapada en las redes sociales. Se veía fabulosa durante el Día Nacional de la Calvicie. El mensaje que envió junto a esa foto era muy sencillo: “Feliz Día de la Calvicie a todos mis hermanos y hermanas sin pelo”.
Conclusión
Acontecimientos como el Día Nacional de la Calvicie ponen de relieve que una cabeza rapada también puede resultar atractiva. Si no tienes pelo pero estás satisfecho con tu aspecto, ¡magnífico!. Sin embargo, no todo el mundo se siente cómodo renunciando a su cabellera. Para millones de personas, el cabello es una parte vital de su identidad, y por lo tanto no quieren renunciar a él. Por fortuna, hoy en día conservar el pelo es una mera elección.
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