A todo el mundo le gusta la bebida, ¿verdad? Bueno, tal vez no a todo el mundo. Según la Encuesta Epidemiológica Nacional sobre el Alcohol y las Afecciones Relacionadas (NESARC), el 30% de los estadounidenses no beben ni una gota de alcohol. En el Reino Unido, las cifras recopiladas por la Oficina de Estadísticas Nacionales muestran que alrededor del 20% de la población adulta es abstemia.
Sin embargo, incluso esas cifras nos indican que hay un gran número de personas que disfrutan bebiendo alcohol, en mayor o menor medida. La mayoría de la gente es consciente de sus pros y sus contras. Conocemos el placer de compartir unas copas con nuestros amigos, pero también las consecuencias sociales y sanitarias negativas que puede tener el exceso de alcohol. Sin embargo, lo que muchos no saben es que la bebida también puede ser mala para el cabello. ¡Sigue leyendo para que descubras por qué!
¿Qué es el alcohol?
El alcohol existe desde hace miles de años, en muchas culturas diferentes. En términos químicos, es una sustancia psicoactiva. Eso significa simplemente que afecta al cerebro, alterando el estado de ánimo de la persona que lo consume. Eso ya lo sabías, por supuesto. Al fin y al cabo, la única razón por la que la gente bebe alcohol es para conseguir esa mejora en el estado de ánimo. El alcohol hace que todos estemos un poco menos tensos. Nos ayuda a relajarnos y a pasar un buen rato.
Esa es la faceta más benigna y edulcorada del alcohol. Pero como todos sabemos, la bebida también tiene un impacto mucho más oscuro. Si se hubiese descubierto el alcohol hoy en día, probablemente las autoridades lo hubiesen clasificado como droga de clase A, y sería ilegal. En cualquier caso, ese debate es para otro momento y lugar. Lo que estamos analizando aquí es el efecto que tiene el licor sobre nuestro cabello.
Peor que inútil
Lo que diferencia al alcohol de la mayoría de los alimentos y bebidas es que no tiene ningún valor nutricional. Las calorías que contiene no sirven para nada, a no ser que estés tratando de ganar peso. Pero aún en ese caso, si nos ponemos a analizar, el alcohol tiene casi tantas calorías como la grasa pura. Y lo que es peor: no solo no aporta nada desde el punto de vista nutricional, sino que también interfiere con otras funciones de nuestro organismo: inhibe los esfuerzos que hace el cuerpo para absorber y descomponer los nutrientes de otros alimentos. En otras palabras, nutricionalmente es peor que inútil. Esto es una pésima noticia para tu salud en general, y más concretamente, para la salud de tu cabello.
Desnutrición
Una cabellera densa y saludable no se consigue por pura casualidad: es el resultado de una dieta sana y de buenos hábitos de cuidado. Tu cuerpo necesita ciertos nutrientes para producir cabello, y para reponerlo cuando se caiga. Los ácidos grasos omega-3, por ejemplo, son importantes para el crecimiento y el brillo del cabello. El cuerpo no los produce de forma natural, así que debemos obtenerlos de alimentos como la caballa, las sardinas y el salmón. El hierro también es esencial para el crecimiento del cabello, y se encuentra en los cereales, los granos, la soja y la carne de vacuno. El ácido fólico, y una serie de vitaminas, también se han relacionado con el crecimiento del cabello en diversos estudios.
La absorción de estos nutrientes se ve particularmente afectada por el alcohol, y es la falta de esos nutrientes lo que lleva a la desnutrición y a la caída del cabello.
Deshidratación
La deshidratación es otro efecto adverso muy importante que tiene el alcohol. El alcohol es un diurético, lo que significa que hace orinar más que si bebiéramos una cantidad similar de agua. Por lo tanto, beber licor con regularidad puede llevar a una persona a estar constantemente deshidratada. Con el tiempo, esto puede provocar la desecación de los folículos pilosos, y un notable debilitamiento del cabello. La deshidratación también hace que el cabello se ponga frágil y quebradizo, y da lugar a desequilibrios electrolíticos que producen mayores niveles de acidez en la sangre. Estos niveles de acidez más elevados se han asociado con tasas más rápidas de pérdida capilar.
Medidas correctivas
Si tu consumo de alcohol ha afectado negativamente a tu cabello, te tenemos buenas noticias: se puede solucionar. Una rutina de alimentación saludable y una mejora en la hidratación deberían restaurar y reparar tus hebras en pocas semanas. Sin embargo, esto no sucederá a menos que moderes tu consumo de alcohol. Ese es el primer y más importante paso que debes dar para remediar la situación.
Conclusión
El alcohol puede ser uno de los placeres de la vida, siempre y cuando se controle su consumo. Pero como todo lo que consumimos, el licor tiene serias implicaciones para la salud y para el cabello. Aunque hay pocas pruebas que sugieran que el consumo moderado de alcohol dañe directamente a nuestro cabello, puede tener un impacto indirecto. Entender esto puede ayudarte a mantener tu cabello en buen estado, controlando tu relación con el alcohol.
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