Cuando empezamos a dejar mucho pelo en la almohada, la ducha o el peine, lo último que nos preguntamos es qué tipo de calvicie estamos sufriendo. A veces la caída del cabello parece un tema oculto y misterioso. ¿De verdad es importante saber el nombre científico de la calvicie? La respuesta es que sí, sí importa. Conocer el enemigo al que nos enfrentamos es el primer paso para ganarle la partida: eso te lo puede decir cualquier estratega militar. Si identificas el tipo de pérdida capilar que estás sufriendo, estarás en mejores condiciones para saber qué te depara el futuro, y qué tratamientos puedes aplicar.
Así pues, a continuación te invitamos a prepararte para enfrentar al enemigo.
Los cinco tipos de calvicie más comunes
Hay muchas razones por las que la gente puede experimentar pérdida de cabello, y para cubrirlas todas necesitaríamos un artículo más extenso. Sin embargo, algunos tipos de calvicie son muy inusuales, así que, en vez de dedicarle tanto tiempo a analizar esos casos atípicos, vamos a revisar los cinco tipos más comunes.
Alopecia androgénica
“Alopecia androgénica” es el término médico que se usa para describir lo que la mayoría de nosotros conoce como pérdida de cabello de patrón masculino o femenino. Es la forma más común de calvicie, y se calcula que afecta a 15 de cada 10.000 personas en el Reino Unido. La calvicie por patrones es hereditaria. Si puedes identificar un rasgo de calvicie en tus antepasados o parientes mayores, existe una probabilidad razonable de que tú también desarrolles ese tipo de pérdida capilar.
En los hombres, el patrón consiste en un retroceso de la línea de nacimiento del cabello en su parte frontal, así como en la coronilla. En el caso de las mujeres, este tipo de pérdida capilar se manifiesta con un adelgazamiento general de las hebras. Este tipo de caída del cabello hereditaria se puede tratar con medicamentos o con una cirugía de trasplante capilar.
Efluvio telógeno
El efluvio telógeno se produce cuando se interrumpe el ciclo natural de crecimiento del cabello. “Telógena” es el nombre que recibe la fase de reposo del ciclo de crecimiento del cabello, a la que le sigue la fase de crecimiento propiamente dicha. Si la fase de crecimiento no se inicia, el cabello se empieza a caer y se produce un adelgazamiento importante.
El efluvio telógeno suele venir provocado por ciertas afecciones médicas. Si has dado a luz recientemente, has sufrido un desequilibrio de la tiroides o te has sometido a una cirugía que requiere medicación postoperatoria, serás más propensa a este tipo de caída del cabello. La buena noticia es que no suele conducir a una calvicie total. Además, hay muchas posibilidades de que el cabello vuelva a crecer una vez que el desencadenante de la enfermedad haya desaparecido.
Efluvio anágeno
El efluvio anágeno es otro tipo de calvicie provocada por agentes externos. Se trata de un tipo de caída del cabello bastante dramática, que viene provocada por tratamientos como la quimioterapia, una potente intervención que puede matar el cáncer, pero que también detiene bruscamente la producción de los folículos pilosos. Aunque este tipo de pérdida capilar es traumática, se trata de una condición temporal. El cabello volverá a crecer una vez finalizado el tratamiento.
Alopecia areata
La alopecia areata es un trastorno autoinmune. Es cuando el sistema inmunitario del cuerpo ataca a las células sanas, incluidos los folículos pilosos, en vez de a las bacterias y los virus que se supone debe eliminar. Puede dar lugar a una pérdida de cabello irregular e imprevisible, o a una calvicie total. Depende mucho de la gravedad de la enfermedad.
Existen dos tipos de alopecia areata. La alopecia total es cuando se pierde todo el pelo del cuero cabelludo. Si la padeces durante dos años o más, las perspectivas de que el pelo te vuelva a crecer son escasas. La alopecia universal es aún peor, ya que supone la pérdida del pelo de todo el cuerpo, incluyendo las cejas y las pestañas, así como el pelo de la cabeza.
La alopecia areata se puede tratar con medicamentos que ayudan a estimular el crecimiento del cabello.
Anomalías del tallo capilar
Esta categoría de pérdida de cabello abarca varios tipos de adelgazamiento y calvicie. En estos casos, el daño no se produce en el folículo piloso, sino a lo largo del tallo capilar. Una rotura en la hebra capilar puede provocar su debilitamiento y caída. Si la situación se multiplica por todo el cuero cabelludo, se produce un notable adelgazamiento capilar.
Un ejemplo de anomalía del tallo capilar es la alopecia por tracción, que es el resultado de estirar y tensar constantemente las hebras para conseguir determinados peinados (por ejemplo, trenzas y colas de caballo), haciendo que el pelo se fracture y se caiga. Por fortuna, esta afección se puede revertir si el paciente empieza a usar un peinado más holgado y menos estirado.
Conclusión
Esperamos que este artículo te haya dado una idea de los diferentes tipos de pérdida capilar que pueden afectarnos en algún momento de la vida. Identificar correctamente la causa de la caída del cabello es el primer paso para tratarla. Si conoces la causa subyacente, tendrá muchas más posibilidades de elegir un tratamiento eficaz.
Siempre debes recordar que cuanto más pronto actúes ante un problema de pérdida capilar, más eficaz será el tratamiento. Vinci Hair Clinic les ofrece una consulta gratuita y sin compromiso a todos sus clientes nuevos, para que puedan consultar a uno de nuestros especialistas. No pierdas más tiempo: ponte en contacto y reserva tu cita hoy mismo.