La decisión de hacerse un trasplante capilar no se debe tomar de un día para otro. De hecho, muchas personas que se han sometido a este tipo de operaciones aseguran que pasaron años pensando en hacérselo, hasta que al final decidieron dar el paso.
Hay muchas razones para que la gente tenga dudas e inquietudes al respecto. Y sin lugar a dudas, una de ellas es el miedo a lo desconocido. Someterse a un procedimiento de este tipo puede resultar aterrador, a menos que la persona ya conozca a alguien que haya pasado por lo mismo. Ante este panorama, a todos nos pueden surgir innumerables preguntas. ¿Cuánto tiempo tardaré en recuperarme de la operación? ¿Me quedarán cicatrices? Y sobre todo, ¿cuándo tendré mi cabello nuevo?
En este artículo responderemos a esas preguntas y a otras más. ¡Sigue leyendo!
Tipos de trasplantes capilares
Existen dos tipos principales de trasplante capilar. En primer lugar tenemos el método de trasplante de unidades foliculares (FUT) y el de extracción de unidades foliculares (FUE). El método FUT existe desde hace décadas, y cuando apareció fue toda una revolución en el mundo de los trasplantes. Esta técnica consiste en extraer una tira de piel de la zona donante del paciente, con folículos pilosos adheridos. Por lo general, esta franja de piel se extrae de la parte posterior de la cabeza.
Luego los folículos pilosos se extraen de esa franja de piel, y se implantan en las zonas que presentan calvicie, después de realizar agujeros individuales en el cuero cabelludo para alojar los folículos allí. Los aspectos negativos del método FUT son las cicatrices que deja en la parte posterior de la cabeza, y los intensos cuidados postoperatorios que requiere.
El método FUE, sin embargo, no requiere la extracción de una tira de piel de la zona donante. En su lugar, se extraen folículos individualmente, y se implantan en las zonas que presentan calvicie. Esto reduce tanto las cicatrices residuales como el número de horas de cuidados postoperatorios necesarios. Por estas razones, la cirugía de trasplante capilar FUE se ha convertido en la técnica de trasplante capilar por excelencia.
Cirugía
La cirugía de trasplante capilar no es invasiva, independientemente del tipo de procedimiento escogido. Además, la operación se realiza solamente bajo anestesia local. El paciente puede sentir algunos tirones en el cuero cabelludo durante la operación, pero no debería sentir ningún dolor. También es posible sentir un poco de dolor localizado después del procedimiento, cuando haya pasado el efecto de la anestesia, pero a los pacientes se les da un medicamento analgésico para que lo usen en casa.
Tras la operación, deberá tomarse un par de días para descansar y recuperarse. Aunque muchas personas vuelven al trabajo a los pocos días, los cirujanos recomiendan reservar cierto tiempo libre. Como pasa con cualquier cirugía, el sueño y el descanso son partes esenciales del proceso de recuperación.
La recuperación postoperatoria
Las clínicas de confianza ofrecen planes de cuidados postoperatorios, y remiten al paciente a su casa con todo lo que necesita para salir airoso del proceso. Eso suele incluir una lista de cosas que se deben hacer, y otra con las actividades que se deben evitar. Por ejemplo, si el paciente se ha sometido a un procedimiento FUE, no podrá realizar ejercicios extenuantes durante los primeros siete días. Si se ha sometido a un tratamiento FUT, tendrá que poner en pausa su entrenamiento en el gimnasio, y evitar cualquier sobreesfuerzo al menos durante dos semanas después de la operación. Estas medidas son para evitar dañar la cicatriz que queda en la parte posterior de la cabeza. Además, el paciente no podrá entrar en piscinas por lo menos durante quince días, ya que el cloro del agua no es bueno para el proceso de cicatrización.
Tampoco podrá ducharse el día de la intervención. Podrá hacerlo al día siguiente, pero solo si está seguro de que puede evitar que el agua le caiga en la parte superior de la cabeza. Podrá lavarse el pelo a partir del tercer día, siempre que tenga cuidado de no perturbar la zona injertada. Las clínicas de renombre suelen brindar una solución salina y un paño suave para que el paciente los utilice.
Las citas de seguimiento a los tres y seis meses después de la intervención permiten que los cirujanos vayan controlando el proceso de curación, así como el crecimiento del cabello nuevo.
¿Cuándo aparecerá mi cabello nuevo?
Incluso cuando las costras de la operación se hayan caído y la cicatrización se haya completado, hay que seguir teniendo cuidado. Los nuevos folículos necesitan tiempo para ir asentándose, y pueden pasar entre dos y tres meses antes de que estén completamente arraigados. No hay que preocuparse por la pérdida de cabello que ocurre en los primeros meses después de la intervención, porque eso es perfectamente normal. De hecho, es una señal de que los patrones normales de crecimiento capilar están empezando a ponerse en marcha.
Los folículos pilosos recién implantados pueden tardar hasta tres meses en empezar a mostrar un crecimiento perceptible. En algún momento entre los diez y los doce meses posteriores, el pelo debería estar completamente crecido, y podría ser necesario hacer un recorte para que el pelo tenga una longitud uniforme.
Conclusión
Los pacientes que esperan tener resultados instantáneos tras su trasplante capilar pueden terminar sintiéndose decepcionados. El trasplante FUE brinda una solución a largo plazo, basándose en el propio cabello natural del paciente, pero el cabello nuevo no crece de la noche a la mañana. Es probable que pase un año entero antes de que se puedan apreciar los mejores resultados. Por lo tanto, lo mejor es que los pacientes moderen un poco sus expectativas. Los resultados no son inmediatos, sino que se ven en el largo plazo.
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